Desarrollo Moral

 Desarrollo Moral. 

Ingrid Tatiana Calderón Hincapié 

0 a 2 años

Características: Comienza a actuar con cierta intencionalidad, expresa y reconoce algunas emociones, la empatía comienza a estar presente, ya que en ocasiones se pone triste o alegre si alguna persona que conoce lo está.  

Ejemplo vivencial: Mi mamá me cuenta que en esta etapa de mi vida yo no podía ver que ella llorará porque comenzaba a llorar con ella.

2 a 4 años

Características: Comienzan a aparecer las emociones de orgullo, culpabilidad, envidia y autovaloración de uno mismo. Comienza a tener control de su propia conducta a través de las instrucciones y ordenes sencillas de los adultos, que le ayudarán a adquirir hábitos de orden y disciplina.

Ejemplo vivencial: Me cuenta mi mamá que siempre fui una niña que seguía ordenes, por esta razón a pesar de estar muy pequeña me quedaba donde me dejaran por el tiempo que me lo ordenaran.

4 a 6 años

Características: Esta muy presente el respeto a las normas establecidas por el adulto o el grupo, por lo que se critica a aquellos compañeros de juego que no se ajustan a las normas. Es capaz de diferenciar las normas y limites sociales.

Ejemplo vivencial: Desde muy pequeña mis padres me han enseñado a seguir las normas establecidas, por esta razón se me hacía difícil compartir con niños indisciplinados.

Jessica Vanessa Arango Chiran 

4 a 6 años 

El niño juega en grupo, ya respeta las normas que han sido impuestas en su hogar o sitio donde conviven, sabe que puede y no hacer pues ha tenido patrones de crianza o personas que son referentes para su conducta.       

Ejemplo vivencial: Mi hijo al entrar al jardín aprende a relacionarse con diferentes niños, en algunos casos unos niños se mostraban un poco agresivos con él y la reacción de mi hijo según el comentario de la profesora fue que se alejó de ellos, cambiándose de mesa y sentándose con los niños que lo trataban bien. Al llegar a casa me cuenta mamá en el jardín hay unos niños groseros que no querían compartir y yo me quite y me fui a pintar con mi amiga Luciana.

 

María Camila Olmos Arias 

O a 2 años

-          1 a 3 meses: Aparece la sonrisa social, reconocen personas y le sonríen si esta les dice algo.

-          3 a 6 meses: Empieza a actuar de forma intencional, puede reconocer y expresar algunas emociones

-          6 a 9 meses: Empieza a imitar.

-          9 a 12 meses: Inicia la empatía ya que se pone triste o feliz dependiendo de cómo se encuentre la otra persona.

-          12 a 24 meses: Se comporta de acuerdo a como las personas lo traten, imita todo lo que hacen en especial sus padres.

Ejemplo: Mi madre me cuenta que siempre fui una niña muy risueña y que siempre que la veía me ponía muy feliz y hacia movimientos con mis manos y pies.

2 a 4 años

-          Aparecen emoción de orgullo, culpabilidad, envidia y autovaloración de uno mismo.

-          Genera egocentrismo, se dificulta compartir y no tiene control de sus impulsos

-          Expresa sus emociones, deseos y necesidades de forma social

-          Empieza a seguir instrucciones y ordenes sencillas dadas por el adulto

Ejemplo:

Mi madre me cuenta que siempre expresaba mi desagrado por medio del llanto, así que siempre que lloraba me tiraba en el suelo y hacia pataleta.

4 a 6 años

-          Se establece el respeto, cumplen normas establecidas por un grupo o por un adulto.

-          Diferencia sus límites, lo que puede o no hacer

Ejemplo:

Para esta edad mi madre me cuenta que ya era más razonable, ya comprendía un poco mejor y hacia caso con más facilidad, siendo una niña obediente y muy tranquila.

Susan Katherine Segura Rojas 

De 2 a 4 años

 Inicia el lenguaje socializado, expresando sentimientos, deseos y necesidades, de forma socialmente aceptable,

Mi hijo Cristian David se refería las cosas que requería ya fuese con palabras o con gesto que uno como madre entiende y aprende a conocer de los hijos. Su lenguaje era bastante claro ya que en esa etapa fue un niño que desarrollaba el ejercicio del habla muy bien, se dirija a mí y me refería si sentía la necesidad de comer algo, si le dolía algo, o si se sentía triste cuando estaba triste basta con ver la expresión en su rostro, o simplemente el cambio de semblante ya que es un niño muy activo. En ese orden de ideas se viven estas experiencias que como madres nos volvemos expertas en cuanto a lo que nuestros hijos requieren y pues a mí me tocó vivirlo y la verdad es lo más hemos que se pueda vivenciar.